Mineral del Chico

mayo de 2008

El verde es un color frecuente en la naturaleza. La luz reflejada por los rayos del sol complementa la expresión de un estado sobre un fondo en el círculo cromático, la magia del ojo aparece y los colores que se presentan acortan una mirada donde la simetría y perfección son parte de lo bello de la naturaleza.

El camino es largo, curvas y curvas dejan ver un sin fin de bosque, pájaros cantan y el eco del ronroneo de las ramas relaja el camino. La llegada al “Parque Nacional El Chico” es  ideal para admirar el eco de la naturaleza, aquí se antoja acampar y fusionarte con lo desconocido. Se practica el rappel, la escalada en roca, el ciclismo de montaña y la pesca deportiva. Todo diversión es parte de una región natural formada por bosque de coníferas, protegida por el Gobierno Federal y considerada como un “Parque Ecológico Nacional” donde acuden turistas de diferentes partes del país

En el bosque del pueblo un sendero, lleva a otro camino. Calles angostas transforman el tiempo, sólo los segundos define el lugar próximo en el que te encontraras. El río del Chico canta y se vuelve enorme cuando cierras los ojos y te dejas llevar por la naturaleza que lo rodea. 

En Mineral del Chico se encuentra el Templo de la Purísima Concepción, la presa el Cidral, el Corredor de la Trucha, el Río el Milagro, la Peña del Cuervo, las Ventanas y el campamento Dos aguas, además de algunos invernaderos de flores selectas, artesanías manuales y por supuesto no podría faltar la rica barbacoa y comida típica de la zona, como las truchas.

Ubicado dentro de la Sierra de Pachuca, en una cordillera escarpada en la que sobresalen numerosos cerros que por la acción del viento y del agua han dado origen a figuras caprichosas, destacando las conocidas con los nombres de las Monjas, La Muela, El Conejo, Las Goteras y otras más que los habitantes de la región han denominado de acuerdo a la figura que aparentan.

En los blogs del pueblo figuran como símbolos principales del pueblo las Peñas llamadas "Las Monjas" y la fuente que se encuentra en el jardín del Centro -una fuente de hierro fundido que se diseñó especialmente para este lugar-, donada por el filántropo Don Miguel Mancera en 1886 quien también regaló el reloj de la iglesia. 

Las construcciones de vivienda que existen son de adobe, piedra y block y sus habitantes evitan las acumulaciones visibles de basura pues en todo el pueblo  no se perciben olores desagradables que de los que la ciudad abunda, por el contrario la esencia  puede surgir de las plantas con perfumes como la Lavanda, Tomillo, Salvia, Ajedrea y la Santonina.



El Chico es un lugar que le da un espacio a la  alfarería, un arte para elaborar vasijas de barro cocido con arcilla para posteriormente calentar amos una sola vez -el método normalmente se aplica a las piezas realizadas sin esmalte o con barniz aplicado en una sola cocción-. 

Las ollas o pucheros, platos, vasos, botijos y una lista interminable de piezas son algunos de los artefactos que se fabrican en el pueblo.

Al preguntar a Margarita y Claudia vendedoras de la zona de alfarería sobre el proceso de la creación de su mercancía, explicaron que existen tres categorías básicas de sus diseños: el modelado a mano, en torno y al vaciado.

Margarita relató que dentro las técnicas manuales “es muy común que las piezas hechas en torno sean terminadas a mano”. son técnicas primitivas que se usan para hacer un trabajo de mejor calidad, bajo el método manual es común que las piezas sean construidas mediante el estirado de la pasta en rollos, placas o bolas de arcilla, generalmente unidos mediante la preparación de arcilla líquida llamada barbotina. 

En este pueblo nunca dos piezas de cerámica trabajadas manualmente serán exactamente iguales, por lo que esas técnicas no son las más apropiadas para hacer juegos de piezas idénticas, "por ejemplo: vajillas de cocina, juegos de café o de licor", aseguró Carmen Vázquez, encargada de la elaboración de alfarería del municipio del Chico.

El arte de los paisajes del mirador del pueblo representa pictóricamente a la naturaleza,  montañas, valles, árboles, ríos y bosques se fusionan para darle vida a a un gran viaje turístico. El cielo se incluye como escenario principal en cada vistazo, y el tiempo usualmente es un elemento de la composición. Tradicionalmente los paisajes del Chico plasman la superficie de la tierra.

En todo el pueblo el color esmeralda está siempre presente, la pupila se deleita con tanto bosque que los visitantes creen estar en el paraíso. Lo verdoso transforma sueños y leyendas, aquellos que creen en hadas y gnomos se vislumbran ante el esplendor del lugar, aquí reverbérese una nueva vida.