MUNAL




Este texto lo escribí el 14 de Marzo de 2008

El hombre busca la inmortalidad, ser considerado eterno y lleno de grandeza, somos parte de la avaricia humana y de entre esta ambición se ha creado una gran historia, la energía que nace de ese místico sentimiento sale de ese corazón que late, crea imagina y piensa lo grandioso de este mundo. Nos cortamos las venas al querer impresionar a la humanidad, en busca de la gloria no valoramos lo magnífico si no hasta después de varios años, tal es el caso del grandioso Museo de Arte Nacional, majestuoso, imponente, gótico, clásico una especie de estilo mixto en las bellas artes, a las cuales sus rasgos son tomados de varias fuentes y estilos considerándolo por todo esto ecléctico.


La impactante construcción de principios de siglo alberga las colecciones del arte mexicano colonial, moderno y contemporáneo; aparte de lo valioso de las obras, el edificio es un atractivo en si mismo. Una vez dentro abunda la tranquilidad, lleno de paz y con ambiente de relajación se transmite la magia de lo que fue un México nuevo, un México positivista que buscaba llenar la ciudad de grandes monumentos, dejar historia era el propósito de de Porfirio Díaz y el Palacio de Comunicaciones es parte de la historia.

La transparencia y sencillez del museo guardan dentro de sus historias una leyenda, en los tiempos de Maximiliano construido como hospital, Maximiliano fue embalsamado y puesto en este recinto por varios días; Guillermo Rodríguez velador del monumento, comenta la aparición de un personaje de negro que deambula por los corredores de la galería, al parecer vestido de negro vigila el antiguo Palacio de comunicaciones y Obras Públicas.

En un concurso que Díaz convocó, comenzó el proyecto del MUNAL, el presidente deseaba que este fuera una fortaleza moderna y elegante, edificado a comienzos de 1902 por el arquitecto italiano ganador Silvio Contri. Pocos lo saben pero el palacio se construyó de acero revestido de cantera gris., podemos admirar en el lugar las cubiertas rematadas con pinturas alegóricas, los remates del yeso, piedra caliza y el decorado de los vidrios que parecen soplados, ¿pero quién soy yo para decirlo?

Pensar lo inimaginable son las reacciones que provoca la obra, pensar que México es como esta pintado dentro la sala de paisaje no es una reacción, se convierte en un sentimiento que se vuelve real con solamente mirar aquellas opulentas y majestuosas ciudades, tal es el caso para Malena Barra directora de educación cultural del MUNAL la cual siente “el salón de eventos, la sala principal, ¡como si estuviera en Francia!”.

Ideas de libertad, igualdad y retorno son un pensamiento que transmite su arquitectura, el olor a flúor, madera vieja y yeso húmedo cambian las condiciones y estructuras con las que imaginamos la residencia.

La grandeza y fantasía del alcázar permiten su uso para la realización de conciertos, recepciones especiales, ferias de libros  y diversos tipos de actividades culturales y sociales. Lo que comenzó como los hospitales San Andrés y González Echeverría posteriormente se convertiría en el Archivo General de la Nación y ahora  gracias a la inauguración de José López Portillo el 23 de julio de 1982, se le conoce como el Museo Nacional de Arte, nueve años duró su construcción y 97 años después se conserva inolvidable.

Actualmente, la edificación se ubica en la plaza Manuel Tolsá, ubicado detrás de la estatua ecuestre de Carlos IV llamada El Caballito, Tacuba número 8 es la dirección postal.

Al final el hombre seguirá buscando grandeza, sin importar su ego, tratará de vanagloriarse de lo suyo sin ser suyo, sin embargo, la construcción memorable del Museo Nacional de Arte será parte de lo que siempre ha buscado , ser eterno y recordado como algo monumental., la historia como eterna historia, forjada por el hombre.