Esta investigación inició hace más de 1 año, no quería escribir un reportaje con datos duros.
La forma en que está contada la historia fue elegida porque odio ver que los hechos pierden el sentido informativo cuando hablo de números.
Para hacer este cuento viví en persona los asaltos, platiqué con checadores, choferes, pasajeros y presuntos asaltantes. Viví como pasajero, soñé como chofer y pensé como asaltante.
Mi reto no fue escribir cuál es el verdadero riesgo de viajar en transporte público por el Periférico Norte. Mi reto fue hacer del periodismo que me gusta un cuento.
A todas las rutas en las que viajé y no se dieron cuenta que intentaba escribir sobre el tema, puedo decirles que sé del riesgo que corren. Doy gracias al pasaje, al checador, al chofer y al chacharpo, por este cuento que sintió el miedo de la realidad mexicana.
Por qué el periodismo para mi es un cuento...
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