Máximas Visuales



De acuerdo con Roland Barthes una máxima es un bloque general compuesto de particulares (que en México se pueden aplicar a la simplicidad del pensamiento que cree ser novedoso), para el autor (mitólogo de profesión),  la estructura de la máxima es manifiesta en la medida que es errática, podemos decir que los siguientes ejemplos son parte de la mentalidad vagabunda, ambulante y sin domicilio cierto en ninguna clase económica de los mexicanos.

Monster University y Mi Villano Favorito 2 son algunas de las películas que han creado orgasmos de ignorancia entre el pueblo mexicano.  Ellas como novedad y cine con presupuesto, se soportan por sentidos cerrados sobre los que se edifica la máxima (amor, pasión, herir, engañar, orgullo, impaciente, ternura).

Por curiosidad (o casualidad) pude ver una de las películas de gran éxito social,  Monster University: secuela de unos monstruos que viven en una realidad paralela en la que trabajan espantando a la gente para poder obtener energía eléctrica. 

Este film –“inocente”- muestra un mensaje claro: no necesitas una carrera universitaria para poder triunfar en el mundo, sé un asalariado y trabaja más que todos para poder llegar un día –si es que llega- al puesto que soñaste. Pocos referirán la carrilla - no bullying… estoy en México-  que aparece como algo natural y esencial a lo largo de la película, un elemento necesario para que tenga éxito una serie animada; Mike Wazowski aparece como el tierno, infantil y  agradable ser que necesita empatía para poder existir. Como tal, la mente del mexicano promedio –no sé el porcentaje en la utopía es 0%- tiene que subir una foto del ser que ha conmovido los corazones “intelectuales”.

Él es la irrealia de la historia - las virtudes : objetos vanos, apariencias detrás de las cuales hay que encontrar la realidad- que permite que los mexicanos no vean lo que tienen que ver –aunque quisieran muchos no ven-. 

Me baso en la destrucción de mitos de Roland Barthes (por puro divertimento social) para mostrar que estás películas son creadoras de máximas de la realia, en las redes sociales, sus pasiones (amor, pereza, ambición, etc.), sus contingencias (los actos que depende del azar) y las acciones (defectos y efectos que no ven) se repiten sin cesar en las “mentes” mexicanas en un compartir una foto, una frase o un vi la película en una red social –casi siempre Facebook-.


No vi Mi Villano Favorito –que no se me olvide el 2- pero debo decir que gracias a los Minions –seres fálicos amarillos parecidos a vibradores de sexshop- pude obtener el aliento para destruir su mito, en primera no encuentro dulzura en ellos; se han convertido en objetos aislados de todo hecho real que se presentan en sí mismos como novedosos.

Hago el análisis basado en lo anecdótico -cuando el mito está “naturalizado” por su inserción en una escena viviente), lo genético (cuando la imagen nos proporciona el trayecto que va desde la materia bruta al objeto terminado), la génesis (esencia o praxis del objeto que está abordado bajo todas sus categorías).

Un Minion en lo anecdótico es insertado al grado de hacerlo parte de la cultura de masas en todos los aspectos de la vida diaria, el ser que no es palpable como objeto: es cambiante como imagen; puede ser modificado de formas diversas para que atraiga la mente de aquellos que viven en la representación “natural” de lo viviente. 

Por otra parte lo genético es el mundo visual que las imágenes -en su mayoría de equipos de futbol-  llenas de máximas representan a través de pasiones sociales erráticas –aquellas que aludió Octavio Paz y siguen vigentes con mayor fuerza-. 


El mexicano proporcionan el trayecto de la materia visual con ayuda de frases de soledad, amistad, depresión, temporalidad y si se pudiera de odio, hay que dejar claro que los que amana estas ilustraciones nunca se insertan en el objeto terminado, sólo son representaciones de una realidad a la que quisieran pertenecer.  En conclusión estos mexicanos son hacedores de genética digital que no crean ni intentan re-descubrir –muchos creen que posteando una foto lo hacen- sólo se dan a la tarea de mostrar su falta de socialidad en busca de un Me Gusta que los haga sentir parte de la ignorancia de la máxima visual que proclaman.


El último elemento de un Minion es la esencia abordada bajo sus categorías existenciales, aquí una imagen que intenta ridiculizar la política a partir de  seres pasionales que movieron el interés social por un par de semanas.


La génesis de la máxima visual parte de la oposición de sentimientos encontrados en el acto de mirar, si en un Minion vestido de puma parece dulce e intelectual en la representación del fútbol, su función fue crear un vinculo empático de sentimentalidad. Sin embargo, si esos seres se representan como Políticos a la orden de un Villano Favorito muchos creerán que por dar a conocer la representación logran debilitar el mito del político; los que compartieron la imagen nunca se dan cuenta que cayeron en el juego de la máxima visual y sólo retomaron la génesis de la imagen para que el acto de mirar se cumpla en una finalidad en donde la máxima es un infinito camino de decepción: el hombre no es más que un esqueleto de pasiones y ese esqueleto mismo no es tal vez más que el fantasma de una nada (Barthes).